
Hoy andando sin rumbo, he encontrado,
aquel lugar, donde un día, nuestro amor,
vio la luz del mundo.
El sendero rodeado de flrores,
hoy luce abandonado y marchito,
sin las huellas de tus pasos,
acompañando mis latidos.
Las gotas de rocio, que colgaban temblorosas
en el jardín lleno de flores,
aparecían cristalinos diamantes.
o como tu dijiste, lágrimas de ángeles infantes.
Hoy se ha evaporado y solo ha quedado,
un jardín a punto de marchitarse,
y las lágrimas de mis ojos,
a punto de desbordarse.
Hoy, vagando si rumbo,
me he dado cuenta que tu
siempre vas a ser, todo mi mundo.
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